Para mi amiga Raquel, a la que quiero con locura, preparé unas fofuchas personalizadas de ella y su marido. Cómo no querían tarta ni novios encima de la misma, los muñecos tuvieron muy buena acogida. Quedaron preciosos :), y lo que es más importante, a los novios les encantó el regalito.
En próximas entradas, os pondré más cositas de la boda, porque hay más manualidades qué contar.